¡Buenos días, amigxs! Que levante la mano quien no haya visto “La liga de los hombres extraordinarios”, “El castillo ambulante” o “Wild Wild West”.  Esas tres películas son de estética steampunk (la última de ellas pertenece a un subgénero de este género, el weird west, que adapta la estética steampunk a la época del oeste americano).

Podríamos considerar que los padres del steampunk fueron Julio Verne o H.G. Wells, pero el término como tal no fue acuñado hasta finales de los ’80 por el escritor K.W. Jeter a partir de una sugerencia que este le hizo a la revista de ciencia ficción Locus con la intención de encontrar un término que pudiese englobar a Powers, Blaylock y él mismo.

El steampunk se enmarca dentro de la ucronía de corriente retrofuturista y tintes de ciencia ficción especulativa ambientado en la segunda mitad del s. XIX, generalmente, en Inglaterra.

También se considera al steampunk el primo hermano optimista del cyberpunk, que es mucho más catastrofista y oscuro.

En la época que se retrata, la Revolución Industrial sigue en pleno apogeo, pero en vez de dar prioridad a la electricidad y los combustibles modernos, su tecnología se basa en el vapor (en inglés steam) y el carbón. La electricidad, sin embargo, es meramente anecdótica.

En lo que se refiere a la estética, tanto de paisajes urbanos como de vestuario, suele basarse en las épocas victoriana (que comienza poco antes de mediados del s.XIX) y eduardiana (que abarca la primera década del s. XX). Cómo ejemplos cinematográficos podemos hablar de “El castillo ambulante” (película adaptada al cine animado por los Estudios Ghibli, basada en el libro del mismo título escrito por Diana Wynne Jones) o “La liga de los hombres extraordinarios” (película basada en el cómic del mismo nombre escrito por Alan Moore). “La invención de Hugo” (basada en la novela de Brian Selznick), “La materia oscura” (tanto la serie de HBO como la película de “La brújula dorada” basada en la trilogía de Philip Pullman) o “Veinte mil leguas de viaje submarino” (basada en la novela de Julio Verne) serían otros ejemplos de estética steampunk. Después hay películas que han “actualizado” el vestuario y, aunque sigue manteniendo el “aire victoriano o eduardiano”, es evidente que se fusiona con otros estilos más propios de nuestra época como “Mortal Engines” de Philip Reeve, adaptada al cine por Peter Jackson.

Creo que es un género muy interesante que conocemos (aunque en un principio no lo hubiésemos creído así) a través del cine, pero que nació en la literatura y es ahí donde deberíamos darle una oportunidad.

Aquí os dejo tres títulos (más los que tenéis de las adaptaciones nombradas anteriormente) por si os apetece iniciaros en el género. Dos son de autores españoles.

El mapa del tiempo (Félix J. Palma)

De repente, el hombre del siglo XIX tiene la posibilidad de viajar al año 2000, como hace Claire Haggerty, quien vivirá una historia de amor a través del tiempo con un hombre del futuro. Pero no todos desean ver el mañana. Andrew Harrington pretende viajar al pasado, a 1888, para salvar a su amada de las garras de Jack el Destripador. Y el propio H.G. Wells sufrirá los riesgos de los viajes temporales cuando un misterioso viajero llegue a su época con la intención de asesinarlo para publicar su novela con su nombre, obligándolo a emprender una desesperada huida a través de los siglos.

Cazadores de sombras. Los orígenes 3: La princesa mecánica (Cassandra Clare)

Tessa Gray debería sentirse feliz. ¿Acaso no se sienten así todas las novias? Prometida a Jem, sigue recordando las palabras de Will declarándole su amor. Pero los planes de Mortmain, que necesita a la chica para acabar con los Cazadores de Sombras, cambiarán el destino de Tessa.

Si la única manera de salvar el mundo fuera destruyendo a quien más amas, ¿lo harías?

La magia es peligrosa, pero el amor lo es todavía más.

Información extraída de shadowhunters.fandom.com

Esta es una saga larguísima que va encadenando unas trilogías con otras. Por supuesto, los personajes protagonistas van cambiando y también las épocas en que se ambientan. Los libros de Cassandra Clare tienen una legión de fans por eso me resulta bastante desconcertante que, tanto la adaptación al cine como la adaptación a la televisión en formato serie, hayan sido tan flojas (punto de vista subjetivo).

Si os gusta la fantasía juvenil y queréis darle una oportunidad, AQUÍ  tenéis más información. Cuidado con los spoilers.

Los horrores del escalpelo (Daniel Mares)

Otoño de 1888.

El ingeniero español Leonardo Torres de Quevedo se halla en Londres en pos del mítico Ajedrecista de Maelzel, un autómata mecánico que se creía perdido desde hacía décadas.

Pero la búsqueda es interrumpida por el horror: las calles del deprimido barrio de Whitechapel amanecen con cadáveres de prostitutas abiertas sobre el adoquinado. Y Torres Quevedo y su compañero Aguirre se ven implicados en la caza de un asesino que firma sus crímenes como Jack el Destripador, entrando en una compleja partida de ajedrez con oscuras conspiraciones, el misterio y la muerte como piezas principales.

¡Nos vemos!