¡Buenos días, amigxs! ¿Qué pensáis cuando escucháis la palabra «miedo»? Yo, automáticamente, pienso en mis hijos. Me dan miedo muchas cosas cuando pienso en ellos: que tengan cuidado si salen, si no salen por qué será, si suspenden una asignatura, si se pasan el día estudiando, si duermen mucho, si no duermen… Cualquier cosa puede convertirse en un nuevo miedo.

Tendemos a pensar que no nos cuentan nada porque son adolescentes y es lo que va con la edad o que no le temen a nada por lo mismo, pero eso no es exactamente así. Claro que tienen miedo, aunque sus miedos son distintos a los nuestros y, si no nos hablan de cosas relevantes, quizá el motivo no sea que son adolescentes sino que nosotrxs tampoco les hablamos de ese tipo de cosas. ¿Le contaríais vuestra vida a una persona que es hermética cuando se trata de la suya? Probablemente no. Ya no son niñxs y, por mucho que nos cueste adaptarnos, nuestra relación con ellxs debe evolucionar, pasar al siguiente nivel.

Como siempre, si os apetece ver el vídeo completo, podéis pinchar aquí . ¡Nos vemos!