¡Buenos días, amigxs! Yo, es escuchar la palabra cueva y ya me pongo en modo aventura. Hay tantas historias que giran en torno a las cuevas: la de las maravillas, la de Ali Babá, la del tesoro, la de Batman… Estas de las que vengo a hablaros no son tan grandes como las que salen en las historias o como otras que están más lejos. Estas son pequeñas, pero están al lado de casa y se ocultan rodeadas de un hermoso paraje. No están señalizadas por lo que hay que seguir las indicaciones que nos deja Valencia Bonita en la entrada en la que habla de ellas y, por su puesto, si las visitáis, id preparados: buen calzado, pantalón largo y una bolsa para que la basura que podáis generar os la traigáis de nuevo a casa y la echéis en el contenedor que corresponda. Da gusto visitar lugares preciosos y limpios y, para que todos los vean limpios, los que han ido primero deben procurar dejarlo igual que estaba y, si a una mala, los anteriores a ti no lo hicieron y puedes llevarte algo de lo que dejaron, los que vengan detrás te lo agradecerán pero, sobre todo, te lo agradecerá el lugar. La basura atrae a la basura, es un asco, pero es así. Cuanta menos haya, menos habrá.

Por cierto, las cuevas están muy cerquita de Buñol, en el término municipal de Alborache.

Para poder leer el artículo y saber cuáles son las coordenadas de las cuevas, pincha aquí 

Espero que las disfrutéis mucho y que nos contéis qué os han parecido. ¡Nos vemos!

Por cierto, en su página principal podréis ver varias actividades más que solo estarán hasta mediados de octubre en Valencia capital. No desaprovechéis y, ¡echadles un ojo!