¡Buenos días, amigxs! Hoy la visita es corta, ya lo siento. Pero lo importante es que hay visita. En este caso nos acompaña María Martínez (monitora de los canales Siéntete Joven y Siéntete bien, yo soy fan de este último) para hablarnos de cuáles pueden ser los motivos que te impiden hacer ejercicio, proponerte una rutina y, sobre todo, cumplir con ella.
A mí el ejercicio me ha gustado mucho y lo he practicado de manera regular casi toda mi vida, pero siempre he necesitado a un/a compañero/a para ir a correr, por ejemplo, o pagar una piscina o un gimnasio si iba yo sola. La disciplina, en ese aspecto, no ha sido mi fuerte así que he acabado apoyándome en compañía o pagar para forzarme a hacerlo.
Luego llegó el confinamiento y no me quedó más remedio que ponerme las pilas y ahora, soy bastante regular y sigo haciendo el deporte en casa.
Eso me llevó a la conclusión de que «No hay límite para quien no tiene excusas» (una frase que me repito como un mantra y que no sé de quién es). Y es que, si de verdad quieres hacerlo, encuentras la manera, si no, encuentras la excusa (otra frase muy acertada que tampoco sé de quién es). Pero lo cierto es que nunca se trata solo de voluntad, sino de mentalidad y ahí, nuestro cerebro reptiliano hace de las suyas y nuestra voluntad tiene que esforzarse el doble para levantarnos del sofá (al principio, recordad los hábitos).
Lo que nos cuenta María en el video es posible que os resuene, quizá no todo, pero algo seguro que sí. Y eso me lleva a otra frase que igual me tatúo algún día: Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia. Esta sí sé de quién es: Marcel Proust (novelista, ensayista y crítico francés). Esa es, desde mi punto de vista, la verdad que nos perdemos muchas veces y que, una vez la descubrimos o la redescubrimos, hace que nuestra perspectiva del mundo cambie: Nuestro mundo externo es un reflejo de nuestro mundo interno. El cambio empieza en nosotros. No en nuestras circunstancias ni en la gente que nos rodea sino en nosotros. Una vez entendemos eso, todo se vuelve un poco más sencillo y empiezas a darte cuenta de que, realmente, tienes poder sobre tu vida.
Espero que encontréis eso que os impulse a levantaros de la cama y empezar el día con ánimo de comeros el mundo y que os cuidéis mucho porque cuando cuidas de ti mismx y haces de ti una prioridad, la vida te sorprende. Y otra cosa que a mí personalmente me sirvió (y me sirve) de mucho: si lo necesitas, pide ayuda. Estoy segura de que a tu alrededor hay personas deseosas y agradecidas de poder ayudarte.
¡Nos vemos!