¡Buenos días, amigxs! Hay valores que rigen nuestra vida y que pretendemos que rijan la de nuestros hijos, valores como el esfuerzo, la perseverancia, el respeto, la paciencia, la tenacidad o la equidad. Sin embargo, favorecemos la inmediatez, valoramos más el resultado que el recorrido que tuvieron que hacer para llegar hasta él, los sobreprotegemos, lo que provoca que sean sumamente intolerantes a la frustración, emoción con la que, por desgracia, se encontrarán más de una vez en su vida; tenemos una vara de medir para nuestros fallos y una distinta para los de ellos aunque sean los mismos, queremos que hablen de su día, pero no hablamos del nuestro y pretendemos que se abran a nosotros, sin embargo, cuando algo va mal y nos preguntan que qué nos pasa les decimos que no nos pasa nada. Predicar con el ejemplo es la mejor enseñanza que podemos ofrecerles y hacerlos partícipes del trabajo de casa y de los beneficios que supone el hecho de que todos colaboremos con las tareas del hogar les llevará a ser más cuidadosos con el espacio familiar puesto que sabrán lo que implica que esté limpio y ordenado, por no hablar de cuando se independicen y compartan piso o se vayan de beca Erasmus.
En este video, Patricia Ramírez nos habla de qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a que sean más disciplinados. Sus claves son muy concretas y fáciles de entender. Espero que os sea de ayuda. ¡Nos vemos!