¡Buenas tardes, amig@s! Parece que el planeta Tierra pronto vendrá envasado en bandeja de poliestireno y recubierto por film transparente. De esta manera, aunque sin oxígeno, y lleno de cadáveres de seres vivos que una vez fueron hermosos y de verdad estuvieron vivos, se nos presentará al sistema solar, al universo o a los extraterrestres, para que vean lo bien protegidos que estamos (y lo bien muertos) y puedan cogernos y lanzarnos directamente al contenedor amarillo.

Este vídeo es uno de tantos que pretenden tener calado en la sociedad, pero dice algo que otros no dicen: vivimos como si el tiempo se hubiese detenido, como si no hubiese cuenta atrás y, ¿por qué lo hacemos? Porque nosotros no estaremos aquí para verlo o serán ya nuestros últimos años de vida. Vivimos como si las estaciones actuales fuesen las mismas que las que vivimos nosotros de niños (ni si quiera en los libros del colegio se habla de que en el otoño ya no se caen las hojas o de que las tormentas de nieve no siempre llegan en invierno, de que el verano se ha convertido en un infierno en la Tierra), como si nuestra infancia (en la que no teníamos que preocuparnos de encontrar compresas, botellas, medusas o bolsas de plástico cuando nos metíamos en el agua porque no había) fuera la misma infancia que nuestros hijos viven ahora. Las cosas han cambiado y mucho. El verano extiende su canícula que nos roza y nos quema (pero es “buen tiempo”) y del invierno ya solo quedan fragmentos desperdigados entre la primavera y el propio invierno… No, no es el futuro que yo quiero para mis hijos. ¿Es el futuro que quieres tú?

Pero hay esperanza, siempre la hay (de momento, porque el reloj sigue corriendo y llegará a cero en ya no mucho tiempo). Iniciativas como 4 Ocean, como la de Greta Thunberg  y sus Friday for Future, como la iniciativa Zero Waste (Cero desperdicios) o las de blogs y tiendas concienciadas con este tema que hablan de todo lo que está en nuestra mano para cambiar las cosas: Esturirafi, Animal de isla, Sin Plástico, Victoria Moradell, Yo no lo tiraría, Usar y Reusar… (tenéis acceso directo a todas desde la sección de Ecología y Medioambiente que encontraréis en “Enlaces de interés”) se han puesto en marcha para darnos la posibilidad de hacer algo, lo que sea. No es fácil, nunca lo es. Lo bueno, si lo piensas un momento, siempre cuesta un esfuerzo (a veces grande, otras no tanto) y no nos lo ponen fácil. Los coches eléctricos son carísimos pero no hay ayudas y no los abaratarán en los próximos años y, aunque así fuera, las eléctricas no tendrían capacidad para soportar el suministro de millones de coches, pero no se invierte en energía solar (que es la energía más barata y más limpia, sobre todo en el “país del sol” que es España) y todavía no se ha eliminado el impuesto al sol… El transporte público es carísimo y los supermercados de los pueblos no facilitan la compra de productos a granel o de fruta y verdura de nuestro país o de carne de ganadería extensiva (no intensiva). ¿Qué podemos hacer nosotros entonces? Desde luego, lo más cómodo es no hacer nada. Tomar una actitud hedonista y dedicarnos a disfrutar de la vida sin pensar en lo que vendrá después. Pero, ¿podemos hacer algo? SÍ, PODEMOS. Podemos llevar bolsas de algodón o de cualquier otra fibra natural al supermercado para comprar la fruta y la verdura y no usar las de plástico; podemos hacernos nuestros propios cosméticos o comprar aquellos que sabemos que son ecológicos y, en vez de tener diez cremas para la cara, tener solo dos; podemos comprar ropa hecha en España, con tejidos naturales, detrás de la que estén personas que cobran un sueldo digno y, en vez de tener veinte camisetas que tendremos que renovar en uno o dos años, tener cinco que sean para siempre; podemos no comprar cosas de plástico, de derivados del petróleo o de aluminio y reducir los productos que van en envases no biodegradables; podemos recoger la basura que veamos o, al menos, parte de ella; podemos llevarnos una bolsa de plástico para nuestros desperdicios cuando salgamos de excursión o de picnic y, cuando esté llena (de lo nuestro y de lo que nos hayamos ido encontrando), tirarla a un contenedor… Podemos hacer muchas cosas que sí que están en nuestra mano. Podemos no hacer oídos sordos u ojos ciegos a un problema que está ahí y que se está enquistando poco a poco hasta que no haya solución posible.

NO HAY PLANETA B. NO HAY PLAN B. ESTA NO ES LA VERSIÓN BETA DE TU VIDA NI DE LA VIDA DE TUS HIJOS.

Os animo a que probéis a recoger una sola lata que veáis tirada por el suelo o una botella de plástico y la echéis al primer contenedor (si es amarillo mejor) o a la primera papelera que veáis. La sensación es maravillosa y solo habréis tirado una. Imaginaos cuando sean tres o veinte… Os parecerá que estáis salvando el mundo y, de hecho, estaréis dando el primer paso. Las cosas malas no pasan por culpa de la gente mala, pasan por culpa de la indiferencia de la gente buena porque, nosotros, siempre somos más.

¡Nos vemos!

Nota: Siento la calidad del vídeo, el mejor calidad no tenía subtítulos en español.