¡Buenas días, amig@! Desde que tengo memoria la música ha formado parte de mi vida. Me acompañaba a la hora de dormirme, la estudiaba, la escuchaba de fondo en mi casa a todas horas, mis padres cantaban o cantábamos todos. De hecho, era tan importante para mí que incluso leía con música. Me gustaba ponerle bandas sonoras a los libros y buscaba piezas que ambientaran bien la historia. Por ejemplo, no concibo a “El Señor de los Anillos” sin Carmina Burana de Karl Off de fondo o “El nombre de la rosa” sin la BSO de “Entrevista con el vampiro” (compuesta por Elliot Goldenthal). Esta última unión de música y libro consiguió que, en ciertos pasajes, pasase mucho miedo… A eso me ayudaba la música, a meterme en la historia, a vivirla con mucha más intensidad.
Sin embargo, de unos años a esta parte, trabajo y leo mejor sin ella. Sigue estando muy presente en mi vida, pero de otra manera. Lo cierto es que, a veces, me recrimino el hecho de que no escucho tanta música como antes pero, ¿qué le voy a hacer? Hay momentos y momentos y este, en concreto, es más silencioso porque lo necesito así.
Esta introducción es, simplemente, porque a veces el entorno no lo callado que requieres y te crispa los nervios el hecho de no poder concentrarte. ¿Y qué puedes hacer si no te apetece escuchar música? Pues buscar sonidos que mitiguen los que te molestan y te resulten agradables. Así fue como encontré un canal en YouTube que se dedicaba a reproducir sonidos de escenas cotidianas: el ambiente de una biblioteca, el de una cocina, el de un día al aire libre, el de una taberna… Todas esas escenas puedes verlas también, no solo escucharlas, pero para mí lo imprescindible era el sonido ambiente.
El canal que descubrí primero llevaba por nombre ASMR. Pensé que serían las siglas de algo que la creadora del canal creía relevante, pero no me interesé más y, un día, leyendo un comentario de una ilustradora a la que sigo, me enteré de que había mucho más detrás de esas siglas. Si queréis leer un artículo sobre el tema de lo más interesante pinchad aquí. Yo solo voy a haceros un pequeño resumen:
Lo que nos explica la wiki es que ASMR (Autonomous Sensory Meridian Response en inglés y Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma en español) es un neologismo que hace referencia a un fenómeno biológico caracterizado por una placentera sensación de hormigueo que se siente normalmente en la cabeza, cuero cabelludo o en todo el cuerpo y que es una de las respuestas a varios estímulos visuales y auditivos con similitudes a otro fenómeno denominado “sinestesia visual-auditiva” (en otra entrada hablaré de lo que es la sinestesia, otro fenómeno biológico muy interesante). Este fenómeno fue haciéndose más y más conocido a través de la cibercultura, es decir, gracias a vídeos que se subieron a diferentes redes sociales, sobre todo, YouTube. Si buscáis vídeos para vivir la experiencia ASMR veréis que no son iguales a los que reproducen ambientes, son… Otra cosa (tenéis varios enlaces en el artículo que os he indicado más arriba). Os invito a que probéis la experiencia, quizá alguno de vosotros se sorprenda… Podéis contarnos en comentarios si habéis sentido algo o si solo han sido sonidos mondos y lirondos. ¡Nos vemos!
1 comentario